CIRCUITO TEMPORAL
LA GRAVEDAD – Por Juan José Santos
Una lluvia de Mirlos negros muertos, en culturas basadas en los fenómenos de la naturaleza, podría interpretarse como el presagio de un evento fatal. Dentro de una vitrina en una galería comercial o un anuncio publicitario, lo que se avanza no son las rebajas, el último perfume o ropa interior de encaje, sino una catástrofe.

Hay licencia para frivolizar, como en todo espacio comercial. No olvidemos que el marco en el que se inscribe el trabajo Se levantó en su gloria de Tania González es Representación. Sigamos despresurizando, eliminando gravedad: de los 45 mirlos que aparecen suspendidos,
“pico abajo”, con un cascabel colgando del cuello, dos son taxidermizados. Los 43 restantes son artificiales, que parecen creados a partir de un molde obtenido de aquellos dos. Es decir, están “en representación” de los dos mirlos “reales”. Son clones. Me escapo de la obra en un entreacto. En arte actual, de cada 45 piezas, 43 son copias, moldes, repeticiones, imitaciones. Dos, son de nuevo nacimiento. Son engaños, palabra que quizás funcione como
leitmotiv de la campaña presentada este año por Galería Temporal. Es un engaño, en el buen sentido de la palabra.

Tania es una taxidermista vegetariana. No come animales por motivos éticos y trabaja como taxidermista en el Museo Nacional de Historia Natural de Chile. Lejos de contradecirse, se complementa. No come animales porque los respeta y redime. Por esos mismos motivos, los taxidermiza. Su interés no es morboso, ni su salvoconducto la crueldad. Para ella, el proceso de la taxidermia con animales se relaciona con la inmortalización, con el dar un billete de ida a la eternidad a un animal que, de caer en manos de un carnívoro, habría sido un filete, y de tener la “suerte” de morir en libertad, habría sido devorado por los insectos. El mirlo que se convierte en una escultura pública, con fines científicos o artísticos, es un “agraciado” de entre diez millones.
Blackbird singing in the dead of night / Take these broken wings and learn to fly / All your life / You were only waiting for this moment to arise (Mirlo que cantas en la muerte de la noche / Coge tus alas rotas y aprende a volar / Toda tu vida / Estás tan sólo esperando tu momento para alzar el vuelo). Paul McCartney, junto a The Beatles, cantaba esta canción sobre un mirlo que canta en la muerte de la noche. En el último verso se escucha el silbido de un mirlo

(cuyo cántico es especialmente bello) que fue llevado a las sesiones de grabación en Abbey Road, Londres. Belleza y fatalidad se unen de una forma macabra, sobre todo si tenemos en cuenta que esa canción, junto con Helter Skelter, fue interpretada por Charles Manson como una metáfora inspiradora para dirigir los asesinatos que perpetraba su “familia”, posiblemente relacionando al mirlo negro con la comunidad negra de Estados Unidos. En uno de los escenarios de un homicidio múltiple, una de las mujeres de la secta de Manson escribió en la pared, con la sangre de la víctima, la palabra (“alza el vuelo”).
En una vitrina comercial, la gravedad no es tan grave. Seguimos hablando de un artificio. De un juego. Existe un oficio: el de vitrinista. Antecedente poco investigado de artistas que realizan instalaciones. Disponen objetos de manera atrayente para facilitar su venta. Tania muestra una escena reconocible por cualquiera: una naturaleza muerta. Un bodegón, con animales muertos, como una pintura flamenca del siglo XVII, pero en tres dimensiones. La artista, aunque trabaje con volúmenes, concibe su trabajo en dos dimensiones. Ciertos ángulos escapan de la voluntad de la creadora en la vitrina de Galería Temporal. Con precaución.
Tania ha asistido a clases de narrativa visual (escenografía teatral). Hay un efecto dramático pretendido, una intención estética. Pájaros muertos que descienden. No son los maléficos seres alados de la película de Hitchcock, es la caída de un advenimiento, de un futuro, o de un porvenir. El mirlo muerto es lo más parecido que existe en Chile al pájaro que simboliza la muerte por excelencia, el cuervo. Sea por la leyenda de la torre de Londres, sea por el cuento de Edgar Allan Poe The Raven, o el disco del recientemente fallecido Lou Reed, que localicé en una torre de cedés en el taller de Tania.

Historie de la Nature des Oiseaux fue escrito en 1555 por Pierre Belon. En su descripción del mirlo afirma: “Los médicos piensan que produce buenos humores, comparando su carne a la del Zorzal, era costumbre darlo a los enfermos para comer, estimándolo de fácil digestión”. El animal que es sacrificado para recuperar al convaleciente.
Naturaleza muerta. Al esta familiarizados con este tipo de iconografía, el espanto al ver un animal muerto se desvanece. Todos tenemos en mente esos cuadros atiborrados de objetos relucientes, de frutas, de cestos de paja, y de animales muertos, como conejos o gallinas, dispuestos para ser cocinados. Son como fotografías, medievales, del momento previo a la realización de un banquete de postín. Esta temática puebla los palacios, mansiones y museos de arte clásico del mundo. Pero, a pesar de esta asimilación, quien se detenga frente a Se levantó en su gloria durante un tiempo superior al prudente, sentirá un escalofrío.
Escuchará el sonido de un cascabel. Y una voz susurrante; Memento mori. Un mirlo se levanta en su gloria.
El apellido de la galería en la que expone adquiere otro significado. Como lo es el recorrido de las personas que deambulan, transitan, esquivan, miran, corren, vagabundean frente a la vitrina de Tania. Todo, todos somos temporales. Ese es el anuncio que avanzan los mirlos negros muertos.